Impacto de la reforma tributaria en los PDET

¿Qué tanto ganan y qué tanto pierden los PDET con la reforma tributaria? En principio, se puede decir que los municipios PDET se pueden contar entre quienes pierden con el proyecto de reforma presentado en agosto por el Ministro de Hacienda.

Mas allá de que no se brindan mecanismos o incentivos diferenciados geográficamente o enfocados en las micro y pequeñas empresas, que componen más del 95% del tejido empresarial en las zonas más afectadas por la violencia y la pobreza, hay un importante efecto del articulado propuesto sobre las empresas y sectores con presencia e inversión en estos territorios.

Por una parte, el sector minero-energético, que es uno de los que mayores inversiones ha realizado en los PDET, es el que más carga asume con el proyecto de reforma. Poner en riesgo la viabilidad de las operaciones actuales y futuros proyectos tiene impactos significativos sobre las propias economías de los PDET, donde se producen importantes volúmenes de gas, petróleo, carbón y oro, entre otros. Mediante la generación de empleo (directo e indirecto), compra de bienes y servicios, inversión social y pago de impuestos y regalías, la capilaridad de los recursos del sector minero-energético dinamiza en gran medida los mercados en un importante porcentaje de municipios PDET.

Lo anterior sin mencionar que, vía Obras por Impuestos, las empresas mineras, de hidrocarburos y generadores, transportadores y distribuidores de energía, han aportado significativamente a la infraestructura para la prestación de bienes y servicios públicos.

Asimismo, la exposición de motivos del proyecto de reforma señala que se busca eliminar la “tributación asimétrica”, es decir, que haya más incentivos y estímulos tributarios para unos sectores que para otros. Sin embargo, más allá del aumento a las zonas francas, la reforma no precisa cuánto, cómo y qué sectores podrían verse beneficiados y/o afectados. Esto tiene efectos importantes sobre regiones que hasta ahora están siendo exploradas por las empresas que, en el proceso, asumen altos costos de transición por las deficiencias en conectividad, infraestructura, oferta de bienes y servicios y disponibilidad de servicios públicos.

Ahora bien, no todo es malo en lo que los PDET respecta con el proyecto de reforma.  En cuanto al impuesto al carbono, más allá de aumentar la tarifa por emisión, se entiende que la destinación específica del recaudo tendrá un enfoque ambiental, ecológico y para la sustitución de cultivos, con énfasis en los municipios del PDET. Esto presenta una oportunidad para impulsar el sector agroambiental en estos territorios, permitiendo no solo la recuperación y compensación de los ecosistemas, sino que estos puedan apalancar, entro otros, negocios en torno a los bonos de carbono y el ecoturismo. Es la única mención a los PDET en la exposición de motivos de la reforma.

Aún presentada como una reforma tributaria para la “igualdad y la justicia social”, para reemplazar la “Ley de Inversión Social” del expresidente Iván Duque, el proyecto tiene impactos significativos sobre los PDET. Bajo una presunción de otorgar subsidios y beneficios sociales, disminuirán las posibilidades para el acceso a trabajos formales, aumentarán los costos para la formalización de los negocios y los presupuestos de las empresas para inversión se verán afectados.

Desde el Observatorio de Inversión Privada hacemos un llamado al equipo económico del Gobierno Nacional para que el proyecto de reforma entienda que, así como hay asimetrías tributarias, también hay asimetrías en las posibilidades de crecer y desarrollarse según el tamaño y ubicación de las empresas. También invitamos a revisar nuevamente las proyecciones para determinar si lo que se pretende entregar vía subsidios y programas de asistencia, se les estará quitando a las comunidades de las zonas PDET en posibilidades de empleo, emprendimiento e inversión social privada.

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