Transición justa en los PDET

La implementación de los PDET es tal vez el único ejercicio de planeación e implementación de política pública a largo plazo que depende del compromiso de los gobiernos pasados, el presente y los que vengan. Como un asunto estratégico, los PDET deberían incluir un componente de transición energética. La transición energética, entendida como el cambio estructural en los sistemas energéticos basados en combustibles fósiles hacia fuentes renovables, trae importantes oportunidades para regiones PDET como Bajo Cauca, Sur de Córdoba, Chocó y Putumayo en la producción de minerales estratégicos como níquel, cobre y oro a través de proyectos mineros que deberían impulsarse. Sin embargo, la transición representa un importante reto en regiones que se han destacado por la producción y el crecimiento potencial para la exploración o explotación de commodities energéticos como carbón, petróleo y gas natural.

Justamente, por el impacto de la transición energética, positivo para unas regiones y preocupante para otras, es que se debe proponer una estrategia de transición justa, pasando de actividades de producción de combustibles fósiles a otras actividades productivas que tengan el menor impacto posible en los diferentes grupos de interés donde se llevan a cabo estas operaciones. Entre los PDET más afectados estarían Sierra Nevada y Perijá; Pacífico y Frontera Nariñense; Arauca; y, Catatumbo.

Siguiendo esta línea, los acuerdos internacionales para mitigar el cambio climático y reducción en el uso de combustibles fósiles tienen un impacto significativo en las regiones PDET, afectado incluso la viabilidad de actividades de exploración y apretando los tiempos de cierre de operaciones carboneras y de hidrocarburos. Ejemplo de esto es la renuncia de Prodeco, la tercera carbonera más grande del país, a sus títulos en el Cesar (parte de la región PDET de Sierra Nevada y Perijá) y el impacto económico y social que esto ha tenido sobre la región.

Si bien, hasta ahora, la transición justa ha sido vista como una bandera principalmente sindical, en el caso de los PDET debería ser compartida por todos los actores. Pierre Hupperts, experto en transición justa, señala que es fundamental que todos los actores estén informados sobre el proceso de transición y que se vean involucrados. Precisamente, el proceso de construcción del PDET y su ejecución debería incluir posibilidades para el desarrollo de nuevas actividades productivas en las regiones. Se debe proponer una alternativa, igualmente productiva y rentable, para el uso de los predios mineros y para que pueda capacitarse al capital humano.

Mucho se ha hablado, sobre todo después del incidente de Prodeco, sobre el fin del carbón en la región de Sierra Nevada, ha sido un llamado de atención para todos los actores que tienen que ver con la cadena de valor de este mineral. Sin embargo, ante la existencia y reciente reactivación de otras compañías en la región, el tema de la transición energética debería, como el PDET, promoverse como un proyecto regional de largo plazo que, por asuntos de transición energética o extinción de los yacimientos, permita visualizar el territorio de una manera igualmente productiva y dinámica después del carbón.

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