Emilio Archila, Consejero presidencial para la Estabilización y la Consolidación
El Observatorio de Inversión Privada en Zonas Más Afectadas por la Violencia y la Pobreza es una iniciativa del Centro Internacional para la Empresa Privada (CIPE, por sus siglas en inglés) y Jaime Arteaga & Asociados, para hacer seguimiento y fortalecer la vinculación del sector privado con la implementación y el desarrollo del Programa de Desarrollo con Enfoque Territorial -PDET.
Con el fin de visibilizar los esfuerzos de empresas y otro tipo organizaciones en los 170 municipios PDET, en la página del Observatorio, que estaremos publicando en los próximos días tendremos la sección de entrevistas en las que queremos invitar a diferentes actores a que, desde un punto de vista de negocio, nos cuenten sobre la experiencia de operar en municipios PDET. Nuestra primera entrevista a continuación, es con Emilio Archila, Consejero presidencial para la Estabilización y la Consolidación, quien tiene a su cargo la implementación de los PDET.
¿Qué son los PDET?
Dentro de la política de Paz con Legalidad del Presidente Iván Duque, los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial podríamos describirlos como la estrategia para que en todo el territorio colombiano pueda, en el mediano plazo, gozar de un futuro en el que se cumpla la legalidad, se promueva la reactivación económica y, al fin, exista equidad. En los PDET se agrupan 170 municipios que han sido históricamente los más golpeados por la pobreza, la violencia, la falta de presencia institucional y la mayor cantidad de cultivos de coca.
Acortar la diferencia entre estas regiones y el resto del país a través de la implementación de los PDET tiene, además de un impacto en el desarrollo social y económico, un impacto importante en seguridad. Al eliminar las brechas que han mantenido a estas regiones marginadas se mitiga la posibilidad de que se vuelvan a presentar los niveles de violencia como los que se vivieron en esos municipios.
Estamos hablando de cerca de 7 millones de colombianos que viven en la tercera parte del territorio del país, que priorizaron luego de firmado el acuerdo entre el gobierno colombiano y la extinta guerrilla de las FARC-EP, cómo se imaginaban sus territorios en salud, educación, conectividad, seguridad, desarrollo económico, vivienda, entre otros muchos aspectos que aseguren que, en unos años, estos territorios sean prósperos. Debemos cumplirle a estas comunidades, debemos honrar su palabra.
¿Cómo se pusieron en marcha los PDET?
Quiero empezar por la forma en como debemos trabajar respecto a las zonas más afectadas por la violencia y la pobreza. Esta previsión, esa necesidad de trabajar con esos territorios, está previsto en los Acuerdos: pero es algo que el país debería haber hecho, con o sin los acuerdos como el Presidente Duque lo ha señalado. Hemos entendido que es una responsabilidad histórica, no sólo como gobierno, sino como sociedad para que no se reproduzcan las violencias que han aquejado este país durante décadas.
Recibimos la priorización de los 170 municipios y nos quedamos con ella. Esa priorización tuvo en cuenta todos los indicadores de las mayores dificultades en estas zonas. A partir de eso empezó la formulación participativa de los PDET. Hicieron parte del ejercicio más de 220 mil personas, convirtiéndose en el proceso participativo más grande, liderado por un gobierno.
¿Qué es lo que debería ocurrir en adelante?
Necesitamos creerle a las poblaciones y construir el territorio como ellos lo están pensando y todos montarnos y sumar a los PDET para cumplirles. Los 170 municipios ya adoptaron en su propio consejo el PDET como su política de largo plazo, los PDET también quedaron alineados en los Planes Territoriales de Desarrollo, lo cual es una cosa absolutamente mágica. Esa es la gente diciéndole a sus dirigentes políticos qué es lo que quiere y el dirigente político aceptando lo que dice la gente y reconociéndolo de una manera que es jurídicamente vinculante.
¿Qué ha hecho el gobierno entonces para trabajar por los PDET?
Primero, nosotros de los 16 no teníamos sino 2 de esos y en menos de un año completamos los 14 restantes. Después de hacer eso, incluimos en el Plan Nacional de Desarrollo la posibilidad de tener una hoja de ruta, y una hoja de ruta es necesaria porque la identificación de necesidades que recibimos requiere de una planeación detallada que pueda llevar a su cumplimiento durante al menos los próximos tres periodos.
Entonces previmos que iba a existir la hoja ruta y que se iba a agrupar con el resto de planeaciones que se van a aplicar a esas mismas zonas, los planes nacionales sectoriales, los planes derivados de la sustitución voluntaria de cultivos, los planes de retorno de las víctimas, las indemnizaciones colectivas, entre tantos otros. Contratamos a la firma Deloitte para garantizar que el ejercicio tenga las mejores calidades, hoy ya tenemos la del Catatumbo y en este año esperamos terminar las 15 restantes. Esta planeación deberá articular a todo el que quiera aportar e invertir en los PDET.
También hemos hecho esfuerzos importantes en materia de financiación para los PDET. Modificamos el recurso de obras por impuestos para que quedara priorizado para obras en estos municipios. Ese es un mecanismo que permite que cualquier persona natural o jurídica pague hasta el 50% del impuesto a través de la ejecución de un obra de su interés en el marco de lo identificado por las comunidades. El mecanismo ha sido muy exitoso y atractivo para el sector privado.
Adicionalmente modificamos las reglas del obra Paz (OCAD PAZ), que es donde se administran el 7% de las regalías, para que también vayan dirigidos específicamente al cumplimiento de las iniciativas PDET. Con la última sesión de OCAD Paz, ya podemos decir que durante este gobierno se han comprometido un total de 404 proyectos, por un valor de $ 2.5 billones de pesos, de los cuales $2.1 billones, corresponden a la fuente de Asignación de Paz del Sistema General de Regalías. Estos recursos han permitido que obras que históricamente han sido esquivas para las zonas rurales del país sean una realidad. Se resalta que para proyectos que benefician propiamente los municipios PDET, se han aprobado 209 proyectos por $1.63 billones de pesos.
Además, es importante mencionar que otras de las estrategias para la implementación de los PDET ha sido el acompañamiento institucional a las entidades territoriales a través de todas las acciones realizadas por la ART, desde la Dirección de Intervención del Territorio como el acompañamiento en la formulación de los Planes de Desarrollo Territorial y la adopción de ordenanzas y acuerdos de los alcaldes y gobernadores de los municipios PDET.
Pero fuimos más allá: incluimos el concepto de marcador presupuestal para PDET en línea del Trazador Construcción de Paz definido en el Plan Nacional de Desarrollo, a través del cual, para cada vigencia fiscal, las entidades del orden nacional identifican y focalizan recursos del Presupuesto General de la Nación PGN destinados a cumplir los compromisos del Plan Marco de Implementación y las iniciativas PDET. De esta manera y dados los ejercicios permanentes de articulación sectorial, se han incluido 54 proyectos de inversión de 14 sectores del gobierno nacional con una programación de recursos por valor de $1.2 billones para la vigencia 2020; adicionalmente, dentro del Anexo de Gasto Construcción de Paz PGN del proyecto de Ley de Presupuesto 2021 radicado el pasado 29 de julio al Congreso de la República, se registró una programación inicial para los 170 municipios más afectados por la violencia y la pobreza por un monto de $1.02 billones, 35 proyectos de inversión de 9 sectores nacionales. Estos recursos están relacionados principalmente con servicios de extensión y encadenamientos productivos, legalización y formalización de tierras, servicios educativos y formación profesional, resolución conflictos y acceso a servicios de justicia, fortalecimiento artesanal y cultural, obras de infraestructura vial, fluvial y energética, provisión de agua potable, intermediación laboral y fondo pensional, etc.
Hemos entregado en este Gobierno cerca de 900 obras, que corresponden a las más de 32.000 iniciativas que las mismas comunidades priorizaron para sus territorios.
Voy a terminar con lo siguiente, y es: eso que estamos haciendo no puede ser una acción del gobierno. Eso que estamos haciendo tiene que ser una acción de toda la sociedad colombiana, de todo el país, por dos razones: Una, por equidad: a esas personas, a esas poblaciones que están allá, las hemos tenido absolutamente abandonadas durante demasiado tiempo y las brechas que hay entre nosotros y el campo son grandes, pero las que hay entre el promedio del país y esas zonas más afectadas son gigantescas. Es de absoluta equidad que nosotros como país le cumplamos a estas personas.
La otra razón es un poco más egoísta, pero más cruda, y es: como se trata de regiones que son muy dispersas, si nosotros como país no tenemos claro que tenemos que sacarlos adelante y que tenemos que llevarles el Estado, y que la única manera definitiva de que no vuelva a existir violencia es llevar al Estado, lo que va a ocurrir es que vamos a seguir aplicando formas tradicionales de inversión pública. Esto quiere decir aplicar paretos. Y los paretos o los mangos bajitos son en este caso lo peor que nos puede suceder, quiere decir que vamos dejando territorios más y más grandes sin la presencia del Estado.
Donde no hay presencia del Estado, llega la coca, llega la minería ilegal, llega el comercio ilegal de gasolina y eso quiere decir en esos territorios control de territorio. Y eso quiere decir, como lo hemos vivido, la generación y la replicación de violencias. Entonces la segunda razón no es equidad, es de seguridad. Y la segunda razón, que es de seguridad, en mi opinión no tiene que ver con esas zonas, tiene que ver con todo el país.
Los municipios PDET se han caracterizado por una débil presencia institucional y altos índices de informalidad, ¿cómo ha sido la experiencia al llegar con la oferta institucional?
Ha sido una tarea complementaria entre diferentes agencias y entidades. Con la Agencia de Renovación del Territorio – ART- implementamos una metodología de reuniones institucionales PDET y mesas de impulso por pilar en donde articulamos toda la oferta Nación Territorio. En ellas participan todos los ministerios y agencias de gobierno nacional junto con el gobierno departamental y municipal. A ellas también asiste la cooperación, la iglesia y otros actores relevantes de los territorios. En la medida en que hemos fortalecido esas reuniones institucionales estos municipios se han sentido respaldados.
Lo importante es que ya sabemos qué nos toca hacer, en lo que trabajamos es que cada entidad sepa cuándo hacerlo, con quién y con los recursos necesarios.
… ¿y la informalidad?
Esto no es solamente un problema de los municipios PDET.
Nuestro compromiso con las personas que habitan estos territorios afectados por la violencia y la pobreza, no sólo es contribuir a la reactivación económica, sino que con esto podamos disminuir los índices de informalidad laboral. En cuanto a formalidad y disposición hacia la legalidad empresarial, el Observatorio demuestra avances, pues tanto el recaudo del impuesto de Industria y Comercio como el predial en estos municipios aumenta en tasas iguales o superiores que el del promedio nacional.
¿Cómo cree que la firma del acuerdo de paz ha afectado las dinámicas de las empresas en esas regiones?
Una gran diferencia es que las empresas pueden explorar el territorio sin que esto implique los riesgos que suponía en otra época. No solo los costos de llegar al territorio son menores, también hay oportunidades para inversión que anteriormente no eran viables. Anteriormente, el costo de la violencia era el que afectaba factores de competitividad de las regiones pues la voladura de torres eléctricas, la intermitencia en el transporte vial, los atentados con la infraestructura petrolera, entre otros, no solo limitaba la inversión de grandes empresas, también limitaba la posibilidad de desarrollo del tejido empresarial local. Hoy el escenario es diferente y el PDET permite que, según la visión de desarrollo de cada región, se fortalezcan sus ventajas competitivas y sectores con capacidades productivas. Tanto así que se han cerrado 19 acuerdos de comercialización con aliados, como el Grupo Éxito, Casa Luker, Tecnicafé, Campo Dulce, en el marco de “Coseche y Venda a la Fija”; algunas de las líneas productivas que se han visto beneficiadas son: cacao, café, leche, huevos, panela, limón, caucho. Al momento se han vinculado 5.515 familias y se han beneficiado 130 organizaciones productoras, acuerdos que en otros momentos hubieran sido más difíciles de crearse por las condiciones que se vivían en los territorios.
¿Cuál ha sido el rol del sector privado en estas regiones?
El aporte del sector privado ha sido fundamental en el propósito de Paz con Legalidad de estabilizar las regiones más afectadas por la violencia y la pobreza. Y será aún más importante en la reactivación económica luego de la pandemia, para apoyar a las zonas más vulnerables del país.
Desde gobierno nacional se está trabajando para fortalecer la presencia del sector privado en estas regiones y mostrarles las transformaciones que se logran en los que territorios y en sus habitantes cuando ellos se suman a las acciones en estas subregiones. Por ejemplo, para involucrar al sector privado a la transformación territorial, entre finales de 2019 y principios de 2020, se firmaron 11 alianzas en 11 subregiones, sumando más de 160 empresas que se comprometieron a promover la continuidad de los PDET en el largo plazo y acompañar en la implementación de iniciativas de diferentes maneras, desde asesoría y asistencia técnica, hasta inversión y ejecución directa de obras en éstas zonas. Entre las empresas que se sumaron a esta iniciativa están: la ANDI, OXY Petroleum, ProUrabá, ProAnquioquia, CENIT, Federación Nacional de Cafeteros, ACP, Universidad de Ibagué, entre otras.
Según el Índice de Inversión Privada en 2019, las inversiones sociales de las empresas más grandes en Colombia en los 170 municipios PDET, ascendieron a $152 mil millones. El reto para las empresas será cada vez cómo identificar oportunidades de jalonar el desarrollo a través del desarrollo mismo de sus negocios, articulando la oferta disponible en los municipios PDET con su cadena de valor..
Tan importante es el rol del sector privado y tan comprometidos están con los territorios, que se han firmado unos memorandos de entendimiento, acuerdos bilaterales o multilaterales para emprender líneas de acción común. Como ejemplo de estos memorandos de entendimiento, en los Montes de María que, como ustedes saben, ha sido una de las zonas más afectadas por la violencia, junto con la Fundación Crecer en Paz, del Grupo Argos, se construirá Villa Paz con Legalidad, iniciativa que busca beneficiar a más de 2.400 familias con proyectos de vivienda, servicios públicos y actividades productivas. Actualmente recibimos el apoyo del sector privado para la estructuración del proyecto, el cuál ascenderá a más de 160 mil millones. Así mismo tenemos Alianzas estratégicas con la Federación Nacional de Cafeteros, las empresas del sector minero y los gremios agrícolas a través de la Sociedad de Agricultores de Colombia SAC, entre otros.
Aunque, ya les había hablado sobre el incentivo de Obras por Impuestos, este mecanismo ha sido clave para que el sector privado cumpla un rol fundamental en estas regiones. Entre 2018 y 2019, se han desarrollado 57 proyectos, bajo esta modalidad en municipios PDET, por un valor de $470.286 millones, gracias al apoyo de 51 empresas, pertenecientes a una variedad de sectores, entre las que están: Acesco, EPM, Arturo Calle, Corona, Celsia, Parex, Crepes & Waffles, Bavaria, Manuelita, Nacional de Chocolates, entre otras. Teniendo en cuenta el éxito que ha tenido este mecanismo y que muchos de los municipios PDET reciben regalías directas, en enero de 2020, se aprobó el decreto de Obras por Regalías, en el que las compañías que realizan actividades de exploración y explotación, podrán formular y ejecutar proyectos de inversión que beneficien el desarrollo de las regiones, y descontar estos montos de sus obligaciones de regalías; esto también es una oportunidad de seguir atrayendo al sector privado a estos territorios y fortaleciendo su rol de renovador territorial
En términos del tejido empresarial en estos municipios, ¿con qué tipo de emprendimientos destacaría en las regiones PDET?
Más que el tipo de emprendimientos destacaría que en los municipios se crea empresa, eso se puede reflejar en el emprendimiento como señal de optimismo. Si bien el Observatorio de Inversión Privada deja ver una caída en el numero de empresas que se crean año a año, también muestra que la tendencia es a que las empresas que se crean sobrevivan, por lo menos más que el promedio general pues se dice que una de cada diez empresas llega a los tres años y en los PDET el 58% de las empresas llegan a los 5 años.
En su opinión, ¿cuáles son los principales retos y oportunidad del sector privado en general para operar en estas regiones?
El reto para las grandes empresas es lograr articularse con el tejido empresarial local de los PDET y promover alianzas gana-gana. Los PDET tienen una gran oferta de valor para los sectores de agricultura, turismo, artesanías, productos responsables de origen, entre otros, qué si bien están recibiendo el apoyo de entidades como el Ministerio de Industria y Comercio, finalmente es el mercado el que va a determinar sus posibilidades. En este sentido, es una oportunidad para el sector privado. El reto es dar a conocer esas oportunidades para que el sector privado se involucre, con recursos más allá de inversión social, aquí hay oportunidades de negocio.
Para grandes compañías, las comunidades dejaron claro cuál es su visión de desarrollo y que tipo de inversiones requieran para conseguirla, los PDET permitieron adelantar esa tarea para las empresas que a través de mecanismo como el de obras por impuestos. Este, entre otras herramientas, permiten empezar a construir relaciones de confianza por parte de las empresas con los territorios.
Hay una institucionalidad ofertada para acompañar los emprendimientos e inversiones de manera que, en últimas, fomente el desarrollo y crecimiento en los PDET y que, además, también sea un buen negocio para las empresas.
