¿OBRAS POR IMPUESTOS? SI NO LE APOSTAMOS, NO GANAMOS
Por: María del Pilar Velásquez, Líder de Obras por Impuestos de Oleoducto de los Llanos Orientales (ODL) y Oleoducto Bicentenario de Colombia (OBC)
Primero, iniciemos por conocer de dónde nace para entender cómo crece: ¿qué es Obras por Impuestos? es un mecanismo del Gobierno Nacional el cual se regula desde noviembre del 2017 y surge en el marco del proceso de paz. ¿En qué consiste? es una alternativa mediante la cual las personas naturales o jurídicas (con un mínimo de ingresos brutos) pueden ejecutar proyectos en las zonas más afectadas por el conflicto armado (ZOMAC) y en territorios cobijados por Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET), recibiendo a cambio títulos para el pago de hasta el 50% del impuesto sobre la renta. Aclaremos, no tiene ningún tipo de descuentos ni beneficios económicos o tributarios, es por elección del contribuyente participar en el mecanismo.
Segundo, ahora entendamos por qué el trabajo en sinergia. ¿Quiénes están involucrados? La Agencia de Renovación del Territorio (ART) tiene como función el control del banco de proyectos y priorización del cupo anual de aprobación, el Departamento Nacional de Planeación (DNP) como autoridad nacional articuladora de los sistemas de información sobre inversión pública y, por último, la Entidad Nacional Competente (ENC) titular del proyecto, que para este mecanismo son las entidades públicas del orden nacional cabeza del sector asociado al proyecto financiado. ¿Cómo se ejecutan los proyectos? Por medio de una articulación coordinada entre contribuyente, gerencia de proyecto, ejecutores, interventoría y una entidad fiduciaria en caso de que la modalidad así lo requiera. ¿Qué debemos tener en cuenta? Se debe contar con un modelo de gestión estructurado para la identificación, viabilización y ejecución de los proyectos. Se necesitan articular diferentes e importantes áreas de soporte como dirección, gerencia, legal, abastecimiento, contabilidad, tesorería, relacionamiento en territorio entre otras, en lo posible apoyo externo de expertos en el mecanismo y un proceso de gestión integral liderado por el contribuyente para el desarrollo del mecanismo.
Tercero, ¿por qué apostarle? Porque si no apostamos no ganamos. Más allá de promover la participación del sector privado, de aportar a la reactivación económica y social del país, de involucrar a las empresas para reforzar sus planes de responsabilidad social, es una gran alternativa para brindarle a los territorios la oportunidad de combatir la brecha de desigualdad mediante la ejecución de proyectos en 13 diferentes líneas de inversión como agua potable, energía, salud pública, educación pública, adaptación al cambio climático, infraestructura entre otros. ¿Quiénes lo han hecho? .
Empresas como Oleoducto de los Llanos Orientales (ODL) y Oleoducto Bicentenario de Colombia (OBC) vienen estructurando y ejecutando proyectos desde el 2020 y han sido un caso de éxito en la participación del mecanismo de Obras por Impuestos.
Y, por último, imaginemos un departamento como Casanare con una gran reserva natural como Hato el Boral, pero le apostamos a solucionar la problemática de agua potable; un departamento como el Chocó y su aporte de más del 60% de madera que produce el país, pero lo apostamos a solucionar su problemática de vías de acceso; o un departamento como la Guajira con su gran potencial para generación de energía eólica y solar de Colombia, pero le apostamos a la educación pública. Esta es una invitación para apostarle a Obras por Impuestos, ¿es retador? sí, ¿tiene riesgos? sí, pero cada vez son más las empresas que se suman al mecanismo donde los beneficios son más grandes e impactantes que los retos, donde ganamos todos.
