Chocofé: Un producto que nació en el corazón de Dios
Por: Yusafir Sánchez
Mi nombre es Yusafir Sánchez, desde hace seis años vivo en el municipio de El Bagre, Antioquia. Tengo un emprendimiento que se llama “De mi tierra productos y alimentos”, y su marca es “Chocofé”. Nosotros producimos un chocolate, conocido en la costa como “chocolate criollo o chocolate costeño”.
Nacimos el 10 de marzo de 2018, tenemos 10 productos con registro Invima y registro de marca y contamos con una planta de procesos en campamentos de la empresa Mineros, que nos ha brindado capacitaciones y compras. Así mismo, hemos recibido capacitaciones impartidas por parte del programa “Mujeres de Oro”, hemos creado alianzas con alcaldías y gobernaciones, y hemos visto apoyo de varias entidades, lo que nos han permitido crecer como empresa y como personas.
Nuestro emprendimiento viene desde nuestros antepasados: es ancestral porque nuestros abuelos también se interesaron en este producto de generación en generación. Desde esa premisa, quisimos seguir cultivando esta tradición, trayendo a la mesa de los hogares de cada uno de nuestros clientes un producto fresco, natural y hecho con amor.
Hemos venido construyendo historia a través de la elaboración de estos productos. Este producto nos motiva a contar historias con su olor, cuando lo tomamos nos transporta a nuestra niñez, a esa hornilla de la abuela, y el olor a campo de dónde vienen nuestras raíces y de donde queremos seguir construyendo esas historias de valores y costumbres.
Deseamos que muchas mujeres se motiven a seguir creyendo en sí mismas y en sus capacidades. Queremos transmitir el mensaje de que se pueden hacer cosas a través del amor, la perseverancia y la fe.
Nuestro emprendimiento es un producto donde elaboramos chocolate de cacao, almendra, ajonjolí, natilla de cacao coladas y malteadas. Tenemos varias alianzas en proceso y varias ideas en mente para seguir creciendo.
Chocofé es una idea de negocio que nació en el corazón de Dios y surgió de la diversidad de pueblos y personas que habitan este municipio. Además, esta idea brotó por la necesidad de conocerme y conocer de ese Dios de segundas oportunidades, el Dios que no deja a sus hijos postrados, si no que los levanta en victoria.
Estamos seguros de que el Dios que nos ha dado esta oportunidad, nos va a seguir abriendo puertas y nos seguirá mostrando como mujeres y hombres que estamos para seguir contando historias. Espero que esto nos motive a seguir construyendo país en medio de adversidades y situaciones que no son fáciles, pero que son posibles de superar.