Retos y oportunidades para 2022

Reiteradamente se ha dicho desde el Observatorio de Inversión Privada que las regiones del Programa de Desarrollo con Enfoque Territorial -PDET-, además de ser las más afectadas por la violencia y la pobreza, también lo fueron por la pandemia. Si bien 2021 fue un año de reactivación económica, también dejó ver brechas que frenaron procesos de volver a poner en marcha el sector productivo en esas regiones. El 2022, por su parte, promete ser igual o más retador para los negocios en estas zonas donde el COVID-19 expuso la fragilidad del tejido empresarial local.

La llegada de la pandemia en 2020 tuvo un impacto devastador en el tejido empresarial existente en las regiones PDET. Para ese año se crearon 41% menos empresas que en 2019 y tan solo 4 de cada 10 empresas domiciliadas en estos municipios renovaron su matrícula mercantil. Ante este escenario de tejido empresarial golpeado, el 2021, año de reactivación económica, inició dejando ver la fragilidad de los PDET en su conjunto, por ejemplo, en términos de conectividad, acceso a servicios básicos y alcance de los programas de apoyo y fortalecimiento de empresas.

Sobre lo que se puede esperar en 2022, en los PDET hay oportunidades para la recuperación del tejido empresarial en asuntos relacionados con el medio ambiente y la naturaleza. En primer lugar, las grandes empresas han suscrito compromisos por la neutralidad del carbono y el uso responsable de los recursos naturales. El capital natural de los PDET y la presencia de 21 áreas protegidas del Sistema de Parques Nacionales convierte a estos territorios en espacios idóneos para inversiones en bonos de carbono y conservación.

Así mismo, los compromisos del gobierno nacional en la pasada cumbre del clima en Glasgow, la COP26, representan para los PDET la oportunidad para consolidarse como escenario de promoción del medio ambiente, su conservación, restauración y aprovechamiento de manera sostenible. Tanto para el sector privado como para el público, la reactivación de la industria turística en escenarios de pospandemia y el boom del turismo de naturaleza y el ecoturismo es parte de la fórmula para la movilización de recursos hacia los PDET.

Ahora bien, los desafíos para el tejido empresarial en estos territorios, que en su mayoría está conformado por micro y pequeñas empresas son mayúsculos. Tal vez el más retador será el de mantener, hasta donde sea posible el nivel de empleos formales. El celebrado aumento del salario mínimo para 2022 del 10,07% es supremamente alto para empresarios que a duras penas subsisten en los PDET. En una encuesta realizada durante el primer semestre de 2021 a empresarios domiciliados en PDET, por encargo de la misión de USAID en Colombia, revelaba que la tercera principal barrera para la operación de mipymes son los costos asociados a la formalización laboral (56%). A partir de enero del 2022, estos serán aún más costosos.

Así mismo, aunque los PDET no se destacan por la colocación de cartera en sus jurisdicciones, las proyecciones de alzas en las tasas de interés como medida para controlar la inflación también tendrán un impacto significativo sobre las empresas en estas zonas. Por una parte, porque la mayor colocación en los PDET se hace en créditos de consumo y microcrédito, que tendrán un mayor costo para las personas. Por otro lado, teniendo en cuenta que los costos para las mipymes serán mayores, difícilmente apostarán por el endeudamiento como alternativa para invertir, castigando sus posibilidades de crecimiento.

Lo anterior sin tener en cuenta la incertidumbre que se genera durante un periodo electoral.

Ante este complicado panorama para las empresas, desde el Observatorio de Inversión Privada esperamos que el 2022 traiga oportunidades para el crecimiento de las empresas en las regiones más afectadas por la violencia, la pobreza y la pandemia. En este sentido la oferta de programas para el apoyo al emprendimiento y a mipymes del gobierno nacional debería buscar una penetración real en las regiones donde el tejido empresarial es más frágil y requiere de apoyo para, además de sobrevivir, poder crecer y prosperar y que eso tenga impacto en el entorno. Las medidas tomadas por parte del ejecutivo para la protección de las empresas durante los momentos más críticos de la pandemia podrían hacer más competitivo (siquiera competitivo) al sector privado en PDET si se extiende su vigencia para empresas domiciliadas en estas regiones.

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