José David Insuasti, Director del IPSE

José David Insuasti

Entrevista a:

José David Insuasti

El Instituto de Planificación y Promoción de Soluciones Energéticas para Zonas No Interconectadas (IPSE) es la entidad encargada de promover el acceso a la energía eléctrica en regiones apartadas de Colombia, promoviendo así la equidad, mejores condiciones para sus pobladores e impulsando el uso de energías con fuentes más limpias. El Observatorio conversó con José David Insuasti, director general del IPSE sobre su visión de las regiones PDET y la oferta y posibilidades de acceso a la energía en estos municipios, un elemento básico para sostenibilidad y funcionamiento de cualquier emprendimiento o iniciativa de la empresa privada en estos territorios.

 

Todos tenemos una visión sobre los PDET, según su definición, más allá de lo legal, ¿qué es un PDET?

Un PDET es una oportunidad. Parte de las grandes debilidades que tienen las entidades territoriales, es la planeación con una ruta clara de financiación. La gran oportunidad que se tuvo con las 16 subregiones y los 170 municipios fue un valor histórico sin precedentes. Logrando que todas las comunidades prioricen sus necesidades a través de un programa de superación del conflicto, y se organice hacía un desarrollo de actividades para consolidar una visión de paz a largo plazo.

El PDET nos lleva a dimensionar la actividad territorial y la planeación de las entidades territoriales desde una perspectiva que valdría la pena replicar con los otros más de 900 municipios no PDET.

 

¿Qué tiene que ver el IPSE con los PDET?

El IPSE se enmarca en la estrategia de consolidación de la paz en el segundo pilar, que es el de infraestructura y adecuación de tierras en la estrategia de Infraestructura eléctrica. En los 170 municipios donde hubo más afectación por el conflicto armado, hay altísimas necesidades de cobertura, sobre todo en zonas rurales. El Instituto, en su labor de promotor y planificador de energía en las zonas no interconectadas, actúa como un articulador, validador y posible apoyo en la financiación o consecución de recursos. Lo anterior, para que los proyectos que beneficien a las comunidades, puedan ser una realidad. El IPSE es un engranaje, una entidad que apoya este proceso de superación del conflicto a través de la energía eléctrica.

 

¿En cuáles regiones PDET hay menor cobertura o posibilidades de interconexión eléctrica?

Cuando se miran los mapas del conflicto armado, de desarrollo territorial, de cobertura de bienes y servicios públicos, todos están interrelacionados. Uno mira Colombia y empieza a ver capa sobre capa de mapas hay coincidencias de las diferentes situaciones de cobertura eléctrica, conflicto armado y los índices de servicios públicos. Las regiones tienden a ser similares en esos aspectos. Además, el alto índice del conflicto provocó que la inversión del Estado fuera muy baja. Particularmente, hay una baja cobertura en el Meta en sus municipios de La Uribe y Mapiripán, el Guaviare, Caquetá, Putumayo y toda la zona del pacífico.

 

Entonces, ¿existe una correlación entre la presencia del conflicto armado y la no interconexión?

Sí, cuando se observan las estadísticas al inicio de este gobierno, el promedio de los 170 municipios era por debajo del 60% aproximadamente, cuando Colombia tiene un promedio de cobertura del 97% en energía eléctrica. Claramente hay regiones con mayores déficits que otras como el Putumayo, Guaviare y Casanare, donde hubo una alta afectación por el conflicto. También en el Pacífico, como Tumaco y Buenaventura, que son de los municipios PDET con mayor déficit de servicio de energía eléctrica en viviendas.

 

¿El hecho de ser municipios PDET les da algún tipo de prioridad a estas regiones?

Tienen toda la prioridad para el gobierno. La política de Paz con Legalidad marca la hoja de ruta para consolidar un proceso de paz y superación del conflicto, enmarcado en los PDET. En ese sentido, le han dado toda la prioridad a éstos municipios para acceder a todos los servicios públicos. Además, se crea una fuente de financiación específica en el acto legislativo del 2017, que es un porcentaje de las regalías exclusivas para estas regiones.

El gran reto que tenía el Estado era cómo lograr estructurar proyectos que pudieran ayudar a la financiación de ese porcentaje en el Sistema General de Regalías. Pero adicionalmente, les ordena a todas las entidades, territoriales y nacionales, que desarrollen una estrategia que permita priorizar la estructuración y financiación de proyectos presentados en los municipios PDET. Así, poder alcanzar esos porcentajes de cobertura a nivel nacional.

A partir de esto, desde el 2018 el IPSE en todos sus procesos de estructuración, prioriza de manera especial estos municipios, al igual que los fondos nacionales, que priman los proyectos estructurados de energía eléctrica. Adicional a esto, existe una fórmula para identificar que, si un municipio tuvo un alto índice de conflicto armado o es PDET, pueda tener prioridad en la asignación de recursos. De esa manera, tanto las entidades de orden nacional como territoriales, empezamos a trabajar para lograr la consolidación de un banco de proyectos que llevará a una superación de estas deficiencias en los territorios.

 

¿Qué oportunidades hay para el sector privado en zonas no interconectadas?

El gran reto y problema que tenía la inversión privada frente al acceso era precisamente el conflicto armado. Con la superación de este, se abre una ventana de oportunidad no solo en servicios públicos, sino en todo tipo de actividades. Es precisamente ese startup de la actividad privada que empieza a enfocarse en la energía eléctrica.

La manera como se está llevando energía eléctrica a las zonas más alejadas de los cascos urbanos, es a través de fuentes no convencionales de energía renovable, como paneles solares o parques híbridos. Aquí, uno de los grandes problemas que se ha tenido en la consolidación del servicio, es en su operación y mantenimiento. En este aspecto, hay otra oportunidad para el sector privado de llegar y mantener ese servicio público, sin que necesariamente se hagan inversiones que incluyan o involucren un modelo de desarrollo a largo plazo.

Actualmente, no sólo por los incentivos tributarios, sino también por la capacidad de producción de todo un territorio, empresas de construcción, acueducto, electrificadoras o que brindan distintos tipos de soluciones, se están volcando a los municipios PDET. En el caso particular de la energía eléctrica, hay mucho por hacer, porque no hay el servicio; es de mala calidad desde la generación; no hay un proceso de consolidación; o, las personas no pagan. Por ello, hay un proceso de desarrollo que vale la pena que los privados analicen desde la ley 142 o la ley pública colombiana, para que entiendan cómo pueden lograr involucrarse en el desarrollo de servicios públicos.

 

¿Cómo la llegada de servicios públicos, particularmente de energía eléctrica, puede impactar al tejido empresarial en las regiones?

Para que exista un proceso de consolidación económica en las regiones, debe haber una serie de hitos o factores como: accesibilidad por vías, desaparición de la incidencia del conflicto armado, desarrollo de vivienda o desarrollo económico de las familias. En ese sentido, la energía eléctrica que es un startup se puede ver como el inicio de la cadena de generación de recursos en una localidad específica. Cuando las comunidades empiezan a tener energía, accesibilidad a las telecomunicaciones, consolidación de ventas con productos fríos, y el desarrollo por medio de la televisión o un computador, se abre un mundo de posibilidades.

Si este nivel de impacto pasa solo en las comunidades, hay sinnúmero de oportunidades para el sector privado. Parte de los retos que tiene, es ver cómo llegar a un punto y consolidar un proceso de generación de capacidades.

 

¿Cómo ha funcionado esa articulación con el sector privado?

Son aliados estratégicos. El sector minero-energético, en el caso de la energía eléctrica, se ha ido profesionalizando desde que se creó la ley de servicios públicos domiciliarios. Ahí es claro que el sector privado cumple un rol específico en la operación y mantenimiento de la energía eléctrica. En las zonas no interconectadas había muchas dificultades con respecto a la operación, ya sea por la incidencia del conflicto, problemas de accesibilidad o diferentes situaciones que no permitían la llegada masiva del capital privado. Eso ha cambiado, el sector ha venido modernizando su marco regulatorio: han sacado resoluciones, decretos y la ley de transición energética. Lo anterior, abre posibilidades mucho más consolidadas desde el punto de vista regulatorio, que da la garantía de que, si un privado va y hace unas inversiones en energía eléctrica en zonas no interconectadas mediante fuentes no convencionales de energía renovable, tenga unas prioridades y características frente a la operación y mantenimiento de estos procesos. Y ahí hay una oportunidad gigante.

 

¿Con qué proyectos espera cerrar el 2021 el IPSE en PDET?

Desde el punto de vista de energía eléctrica le apuntamos a tres grandes logros en el 2021. En primer lugar, terminar los proyectos que estamos firmando o iniciando su ejecución con recursos propios del IPSE. Entre ellos, uno en Puerto Asís, Valencia y en Bolívar en municipios PDET. Se hizo un convenio con una electrificadora nacional para ejecutarlos, y se encuentran en firma de contratos. Esperamos que estos proyectos que suman más de 3 mil millones de pesos consigan beneficiar a cerca de 200 familias aproximadamente.

En segundo lugar, esperamos que se terminen de consolidar los proyectos del Sistema General de Regalías, que han venido financiando soluciones fotovoltaicas. La historia de la financiación de regalías para el sector energético no tiene precedentes para el país. Desde el año 2019 a la fecha, se empezaron a acoger los primeros proyectos de energía eléctrica. Se han aprobado más de 1,4 billones de pesos y, de hecho, solamente 733 mil millones, más de la mitad, corresponde a zonas no interconectadas. Es decir, proyectos que han venido logrando que los municipios más apartados del país, en este caso los PDET, puedan beneficiarse de este tipo de soluciones. Esta inversión representa aportes a más de 35 mil familias.

El seguimiento que le hace el IPSE, es que los proyectos que estructuramos, viabilizamos, conceptualizamos y que hoy en día ya están con recursos asignados, puedan entregarse a la comunidad para mantener los PDET consolidados. A hoy, llevamos más de 11.500 familias con soluciones fotovoltaicas beneficiadas en los PDET. Esperamos que, al finalizar este año, y el gobierno de Iván Duque, se logre esto que ya se encuentra aprobado, que es una realidad.

Por último, sigue habiendo fuentes a nivel nacional. Están las del Ministerio de Minas y Energía, y los recursos que nos puedan seguir brindado el Ministerio de Hacienda. Con ello, lograremos consolidar, no solo en el 2021, sino también en el 2022, la apuesta que se ha hecho a la consolidación de la energía en los municipios PDET.

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