Construyendo la paz haciendo negocio: de las mipymes a las multinacionales

Por: Santiago Sosa. Profesor Asociado de Gestión Global, Universidad EAFIT

El Observatorio de Inversión Privada ha sido enfático en el rol potencial del sector privado para impulsar el desarrollo en las regiones más afectas por el conflicto. El diálogo que el Observatorio pretende crear entre el sector privado y el gobierno muestra un fuerte compromiso con la construcción de paz, el cual es compartido por múltiples empresas no sólo en el país, sino también en el mundo. Más aún, se espera que lo hagan: los consumidores alrededor del mundo esperan estándares éticos cada vez más altos de parte de las empresas y que ellas mismas sean activas en la búsqueda de soluciones a los grandes retos sociales.

Pero, ¿cómo ayudan las empresas a la construcción de paz?

En investigaciones recientes hemos comenzado a construir una respuesta a esta pregunta. Debemos distinguir entre dos espacios: hacer la paz y construir la paz. El primer escenario se refiere al cese de la violencia y en últimas el fin del conflicto armado. El segundo escenario se refiere al desarrollo de la sociedad que acaba de hacer la paz y su objetivo es asegurar la no repetición de la violencia. El sector privado tiene un rol fundamental en ambos casos.

Primero, el sector privado puede desempeñar un rol importante en hacer la paz. En una investigación reciente encontramos que los llamados a la paz que hace el sector privado en países que experimentan conflictos internos son efectivos, especialmente en las democracias. Los líderes democráticos necesitan informarse constantemente las actitudes y perspectivas de las sociedades que lideran con el fin de evaluar a priori las posibles políticas públicas a diseñar e implementar. En ese sentido, las empresas pueden ser una fuente de información muy valiosa para los gobiernos.

Así pues, si las grandes empresas en un país hacen llamados por la paz, entonces los actores del conflicto estarían más dispuestos a comenzar negociaciones de paz. Como heurística, los llamados a la paz desde el sector privado pueden dan a entender que el sentir de la sociedad es igual: los ciudadanos están listos para la paz. Además, el compromiso del sector privado podría cambiar para bien cómo los actores del conflicto perciben los costos y beneficios de las negociaciones de paz.

Segundo, y en línea con los esfuerzos del Observatorio, el sector privado es clave en el desarrollo de las sociedades postconflicto. En efecto, el fin de la violencia marca el inicio de grandes posibilidades económicas. Sin embargo, la construcción de paz desde el sector privado no se limita a las inversiones que hagan las grandes empresas en, por ejemplo, los PDET, sino que también incluye el quehacer de las más pequeñas. En una investigación reciente encontramos que el emprendimiento de excombatientes en Colombia es construcción de paz.

Los firmantes del acuerdo de 2016 han comenzado, mediante sus cooperativas, múltiples y diversos emprendimientos alrededor del país, especialmente en los municipios PDET y más aún en aquellos en donde se asentaron los ETCR. A pesar de los escasos recursos y la informalidad prevalente, estas empresas han sido clave en cómo los firmantes se han articulado con las comunidades cercanas, comenzando así una labor de desarrollo local y de reconciliación. En efecto, muchas de estas comunidades otrora fueron víctimas del conflicto, por lo cual el hecho de que los firmantes ahora se relacionen efectivamente a través del mercado e incluso empleen a miembros de la comunidad es una gran evidencia de la reconciliación y construcción de paz que el sector privado puede permitir. En otras palabras, los firmantes han logrado redefinir sus relaciones con la sociedad colombiana al hacer empresa.

La conclusión es clara: el sector privado tiene un rol importante en hacer y construir paz. Sin importar el tamaño, toda empresa es potencialmente un agente de paz. La clave está en identificar los escenarios y las acciones que cada tipo de empresa puede influenciar con el fin de hacer una paz duradera una realidad.

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El Observatorio de Inversión Privada, en alianza con el Departamento Nacional de Planeación, organizó el evento “Incentivos tributarios para la Paz Territorial”.