La casa del Arte en Belén de los Andaquíes
Mi nombre es Liliana Claros Vargas, representante legal de la Asociación Casa del Arte Belén de los Andaquíes Caquetá “ASOCART BELEN”.
Soy una mujer de raíces campesinas, emprendedora y apasionada por su territorio. Administro un pequeño negocio dedicado al servicio de hospedaje y venta de artesanías. Durante los últimos años nuestro municipio se convertirá en un destino turístico, cada vez más personas nos visitan y no existía una tienda artesana, no había nada alusivo a nuestro territorio para brindar al turista, ni tampoco había quien cultivara recuerdos en los visitantes.
Con esta oportunidad identificada, la idea solo daba vueltas en mi mente, pues no contaba con los recursos para ejecutarla.
Sin embargo, un día una amiga que conocía de mis habilidades y también de mis sueños, me informó sobre la convocatoria “El campo emprende” del Ministerio de Agricultura, dirigida a proyectos productivos que llegan al municipio. Como parte del proceso, tenía que cumplir con un número mínimo de participantes, así que tuve que convencer a muchas de mis amigas para que se unieran al proyecto y trabajaran conmigo. Esto no fue nada fácil, muchas tenían miedo de que fuera una estafa o un negocio ilegal.
En el año 2020 comenzamos con esta iniciativa, como una oportunidad para emprender y así aportar al desarrollo turístico de nuestro municipio. Quisimos dar a conocer la riqueza natural y cultural del pueblo con el nombre más bonito de Colombia, municipio verde y protector del agua, municipio del hombre de la montaña: “Belén de los Andaquíes, Caquetá”.
Además, esta empresa se esfuerza por dejar una enseñanza a nuestras niñas, niños y jóvenes, para que vean el arte como una alternativa de proyectos de vida. También integramos mujeres víctimas del conflicto armado y madres cabeza de familia. Así realizamos trabajos hechos a mano en la línea de bisutería y recordatorios multifuncionales elaborados en totumo, mostacillas, muranos, pedrería, semillas nativas, madera y material reciclado.
Durante este proceso hemos tenido diferentes experiencias que nos han ayudado a fortalecernos y a buscar alternativas por nuestros propios medios. Hemos vivido momentos de frustración, por ejemplo, porque tenemos maquinaria que no se ha podido utilizar por falta de experiencia y conocimiento. Aunque hemos pedido ayuda a instituciones como el SENA, no recibimos respuestas alentadoras.
Sin embargo, amamos lo que hacemos, creemos que ese amor por lo nuestro nos mantiene en pie de lucha. Cada día nos esforzamos por aprender y por enseñar lo que aprendemos. De ahí nace una frase muy bonita que plasmamos en nuestros productos: “todo hecho a mano con amor andaquí”.