La pesca en Buenaventura y el litoral Pacífico

Hasta los años 90’s la pesca era la actividad que mayor número de empleo generaba. Ejercíamos soberanía en el mar, esto evitaba que muchas de las embarcaciones extranjeras de pesca, vinieran a nuestro mar hacer pesca ilegal, ya que teníamos un buen número de embarcaciones realizando las faenas de pesca en áreas más amplias de las que hoy se permiten. Para la organización de esta actividad, en los años 70’s se creó la ASOCIACION COLOMBIANA DE ARMADORES PESQUEROS “ACODIARPE”, la cual ha venido ejerciendo la labor de la defensa de los afiliados, pero también coordinando con el Estado el desarrollo de la actividad pesquera, cumpliendo de manera responsable el ejercicio (Vedas, Cuotas, BPM, Artes Reglamentarias, DET), generando divisas al país, pagando patente, permisos, tasas, contribuciones e impuestos; conservando relaciones comerciales internacionales; y aportando a la seguridad alimentaria. Así mismo, las relaciones comerciales internacionales eran más activas, exportábamos la especie Camarón Coliflor y Pink a Europa y a Estados Unidos, aunque aún lo seguimos haciendo pero a menor escala.

Durante los últimos 20 años, la realidad de la industria pesquera se ha contraído, especialmente la que la Ley de Pesca llama Industrial. En principio, porque la regulación no ha sido favorable para el desarrollo de la actividad. Iniciativas como el Proyecto de Ley 392 de 2020 “Por medio de la cual se establecen disposiciones sobre el palangre y el arrastre como técnicas de la pesca industrial, se incentiva la pesca artesanal y deportiva y se dictan otras disposiciones”; el Proyecto de Ley 083 de 2020 “Por medio del cual se prohíbe la pesca de tiburones y la comercialización de aletas en el mar territorial colombiano”; el Proyecto de Ley “por el cual se expide el Código Oceánico colombiano“, el cual contempla la prohibición de la pesca de arrastre en los océanos de Colombia; el Decreto 281 del 18 de marzo de 2021, “por el cual se adiciona el Decreto 1076 de 2015, con una nueva sección en lo relacionado con el establecimiento de medidas para la protección y conservación de Tiburones, Rayas Marinas y Quimeras de Colombia"; y la
Resolución 380 de 2021, “Por medio de la cual los tiburones y rayas marinas no son considerados recursos pesqueros sino hidrobiológicos”.

Además, el Acuerdo mundial por la biodiversidad 30x30, planea “convertir el 30% del planeta en áreas protegidas para el año 2030”, y Colombia aspira a ser el primer país en alcanzar esa meta y para eso antes de agosto de 2022 se amplió el Distrito Nacional de Manejo Integrado -DNMI- Yuruparí Malpelo, el Santuario de Flora y Fauna Isla Malpelo y la creación del Área Protegida Lomas y Colinas en el Pacífico colombiano.

Lo anterior no plantea un escenario fácil para el desarrollo de una actividad que es fundamental para las comunidades costeras, que ancestralmente han derivados su sustento de lo que ofrece el océano Pacífico. Así mismo, la falta de apoyo a la actividad y la regulación desentendida de la realidad, no fomenta empresas y practicas responsables, por el contrario promueve que la actividad se haga cada vez informal, incluyo rayando con la ilegalidad.


RETOS Y OPORTUNIDADES

Tenemos en Buenaventura a partir de los acuerdos realizados en el marco del Paro Cívico de 2017 el reto de empezar a romper las brechas que nos separan de tener una vida digna y en paz en nuestro territorio. Siendo un territorio rico, en la Región Pacífica los indicadores de pobreza se ubican entre los más críticos del país, así mismo son bajos los niveles educativos, hay las barreras de acceso a servicios de primera infancia, insuficiencia en la prestación de servicios públicos y escasa inversión pública. Sin embargo, de cara a plantear el aprovechamiento -y mejoría- del sector pesquero sobre el Pacífico colombiano, donde según el censo del PNUD en el año 2019, se estima que 99.140 personas que dependen de la actividad pesquera industrial, artesanal y actividades conexas. ACODIARPE recomienda:

  • Facilitar y fortalecer la creación de líneas y mecanismos de cooperación con organizaciones nacionales e internacionales, vinculando al gremio pesquero artesanal e industrial de Colombia de forma explícita en los procesos de investigación de tiburones, rayas y otras especies en el Océano Pacífico.

  • Fortalecer la información y conocimiento de tomadores de decisiones en materia de pesca y protección de los océanos.

  • Fortalecer la institucionalidad para el seguimiento, control y vigilancia de la actividad pesquera. Construir medidas de manejo que propendan a partir de la información real, por la sostenibilidad del recurso.

  • Apropiar y transferir tecnologías que reduzcan la captura incidental a nivel industrial y artesanal, lo cual no se logra solo con la normatividad. Esto acompañado de una normalización para el comercio de subproductos provenientes de la pesca artesanal y de la pesca incidental industrial, debido a que es una actividad legal.

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