Posibilidades de la transición energética
En septiembre de 2021, el fondo colombiano Key Industries adquirió Colombia Natural Resources -CNR-, una compañía productora, transportadora y exportadora de carbón térmico, cuyas operaciones se encontraban significativamente reducidas desde 2019. Con este cambio, CNR ha retomado la producción de carbón, fijándose la meta de producir cerca de 3 millones de toneladas en 2022 e impulsar nuevas oportunidades para la compañía y para las regiones a partir de sus activos mineros, ferroviarios e inmobiliarios.
La reactivación de las operaciones de una compañía como CNR es una noticia importante para la región PDET de Sierra Nevada y Perijá, donde se concentran las operaciones de la empresa. Cuando un proyecto de gran envergadura se produce en estos territorios, trae consigo toda una serie de dinamizadores para las regiones en términos de generación de recursos fiscales para los gobiernos locales, cumplimiento de compromisos sociales y ambientales de la compañía y la reactivación de la cadena de negocios, empleos y compras locales.
De acuerdo con CNR, aunque este no ha sido un proceso fácil, los planes de la compañía trascienden el rescate de la operación carbonera. Los inversionistas pretenden liderar en Colombia, especialmente en el PDET de Sierra Nevada y Perijá, la transición energética justa. Esto, entre otros aspectos, implica asegurar los derechos de los trabajadores de la industria extractiva y el ingreso para las comunidades en la medida en que la matriz energética del mundo migre hacia energías cada vez menos dependientes de combustibles fósiles como el carbón.
Aunque la meta del mundo es migrar hacia energías más limpias, también es clave entender la importancia del carbón térmico hoy en día. Lo anterior, considerando que Alemania, un país líder en Europa en la transición energética, tomó la decisión de reactivar centrales termoeléctricas a lo largo del país y expandir su producción carbonífera debido a la alta dependencia del país a las importaciones de gas natural de origen ruso. Así mismo, países asiáticos como Japón, China e India muestran una creciente demanda de energía, que en buena parte será generada a partir de centrales térmicas de bajas emisiones. Por ende, el carbón térmico juega un papel indispensable en la producción y proyecciones de generación energética a nivel mundial.
Si bien seguirá habiendo demanda del carbón térmico colombiano, en el Cesar hay múltiples posibilidades para ofrecer servicios logísticos férreos, generación de nuevas energías limpias y de bajas emisiones (solar, hidrogeno, biomasa) y el desarrollo de negocios y soluciones basados en la naturaleza. La operación de CNR podría contribuir en estos frentes, y por la misma razón, resalta la importancia de atraer no solo inversión privada, sino inversión social y ambientalmente responsable, a las regiones PDET.
Esta opinión es compartida por CNR, cuyo compromiso es el de perdurar y generar crecimiento sostenible en la región, promoviendo el desarrollo social y el cuidado del medio ambiente. Por esto, desde el inicio de sus operaciones han planteado que, además de la producción de carbón, es necesario promover el diálogo informado alrededor de la transición energética justa. Este enfoque implica determinar los usos energéticos que pueden tener las minas, de las que se extrae carbón térmico, por ejemplo, para llenarse de agua para producir energía hídrica o servir como reservorios de agua para riego, convertirse en rellenos de materia orgánica para la producción de gas, e inclusive, pueden tener potencial para la producción de energía solar. Las posibilidades son múltiples y de diferente naturaleza, pero tienen en común un uso y extensión de la vida útil de lo que hoy en día es un activo minero.
Las inversiones en el sector minero dinamizan otros sectores, como en este caso el de transporte, donde la infraestructura es un factor determinante para mejorar la productividad y competitividad de la economía nacional. Por esto, las inversiones en el Cesar generan posibilidades para la articulación de operaciones con la red férrea nacional para transportar otros productos.
En esa misma línea, los proyectos que involucran importantes recursos de inversión en las regiones pueden contribuir a la reactivación económica vía generación de empleo formal, diversificación de negocios (por ejemplo, aprovechar las áreas por fuera de la actividad minera para desarrollar proyectos ambientales o agroforestales) y generación de encadenamientos productivos con proveedores, entre otros.
Los proyectos del sector privado, particularmente en las regiones del Programa de Desarrollo con Enfoque Territorial son, además de arriesgados, exigentes para las empresas, no solo por la inversión en sí misma, sino por el contexto en el que se desarrollan estas iniciativas. En este sentido, las empresas como CNR y sus inversionistas no solo deben enfocarse en que los proyectos salgan adelante, sino que en la medida en que éstos evolucionan, generen un impacto positivo y sostenible en su entorno.